Los pólipos pueden causar gran daño en la calidad de la voz. Pueden hallarse en una o en ambas cuerdas vocales, con la apariencia de una protuberancia similar al nódulo o de una lesión similar a una estructura de aspecto inflamatorio y muy vascular.
Deben ser retirados quirúrgicamente, enviados a biopsia y, posteriormente, efectuar rehabilitación foniátrica.
Los síntomas más habituales son: